El 8vo: Primera Edición.
Crónica por Yaravit Ruíz
Era una tarde nublada en el Zócalo, y queriendo salir de la rutina, decidí aventurarme a ver una exposición que diario veía en la estación Tacubaya del metro de la Cuidad de la Cuidad de México, llamada Cuando habla la luz de la fotógrafa Graciela Iturbide, nacida en México, pero de origen español.
Al realizar la exhaustiva investigación sobre su ubicación, fui a parar al Palacio de Cultura Citibanamex, ubicado en Av Francisco I. Madero 17, Centro Histórico. Al llegar, me encontré rodeada por una belleza arquitectónica construida en 1779.
Desde el primer paso que di al entrar al Palacio, puede encontrar una maravillosa fotografía en donde se observaba un hombre vestido de huehue -personaje característico de la danza del Carnaval de Tlaxcala- y desde ahí, imaginé todo lo que estaba por ver mis ojos: México en dos partes en las que se dividía la exposición; sin embargo, no fue así.
En su inicio se puede apreciar un poco de la información bibliográfica de la fotógrafa, seguida de autorretratos de Graciela. Lo primero que llega a asombrarte un poco es que tiene una pelicular característica para tomar fotografías, ya que la mayor parte de su trabajo es en tonalidades en blanco y negro. Difícilmente se puede trabajar con estos dos colores de la forma en la que ella lo realiza, una explosión en tu corazón y un destello en los ojos.
Posteriormente, seguí observando más de su trabajo hasta que llegué a una de las dos fotografías que llamaron más mi atención en toda la exposición. Se observaba un señor sentado en un banco con la cara sonriente, listo para la fotografía; vestía con pantalones y camisa holgados, sombrero y un par de huaraches, en el fondo una vieja casa.
La fotografía era El fotógrafo, 1974 de la tercera sección llamada: El reflejo en divertimento, la cual había logrado sensibilizar mi corazón y trajo recuerdos de mi niñez. Y aún con algunas lágrimas en mis ojos, decidí continuar el recorrido.
Asombrada con cada una de las fotografías, en la misma sección, encontré la segunda fotografía que me cautivó; un hombre que se hallaba justo en medio de cuatro retratos que tenían varias caras de personajes históricos de la independencia.
Sin embargo, lo que más llamaba mi atención era el nombre del cuadro Héroes de la Patria,1993 y justo ahí cobró sentido esa imagen, e incluso el significado de la palabra Divertimento, que se refiere a una obra artística cuyo objetivo es divertir. Posiblemente, era un héroe para el pueblo, tal vez salvo una vida o incluso, ayudo a construir una casa pero eso nunca lo sabremos, solamente queda crear historias detrás de lo que refleja esa imagen con la que estás cara a cara.
Finalmente, pasé a la segunda parte de la exposición; sin embargo, esas fotografías no me causaron lo mismo, esa emoción que sentía que en cualquier momento podía salir mi corazón. Al despedirme, sentí una gran melancolía, pero una enorme satisfacción de lograr conocer un pequeño cacho del trabajo de una de las más importantes fotógrafas del país.
La exposición abrió sus puertas al público desde el 23 de noviembre del año pasado, y serán cerradas hasta el 16 de junio de este año.
Puede visitarse de 10:00 a 19:00 horas, la entrada es gratuita.
En donde se reúne 270 fotografías que abarcan casi cinco décadas de trabajo de Iturbide, la exposición incluye fotografías en formato de 16×20 e impresas en plata sobre gelatina, la técnica más empleada por la artista.
Ahora me toca decirte a ti lector, ¡No pierdas la oportunidad de visitar esta gran colección para conmover la luz de tu interior!
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